domingo, 1 de marzo de 2009

Vaporizando



Este es mi primer experimento con pinturas vaporizables.

Para pintar sobre seda hay dos tipos de pintura: las termofijables que llevan en su composición ciertas gomas que dan al tejido algo de rigidez y hacen que este pierda parte de su caída y brillo natural, aunque luego se recupera un poco con el uso de la prenda. La ventaja de estas pinturas es que se fijan simplemente con unos minutos de planchado (plancha sin vapor).

Y luego tenemos las vaporizables en las que el tinte se funde con el tejido manteniendo la seda todo su brillo y flexibilidad, pero el fijado es más complicado: se hace en la olla a presión durante al menos 1 hora, después de envolver la pieza adecuadamente de manera que no le toque el agua. Los profesionales usan un aparato especial que se llama autoclave y que vale una pasta.

En la foto no se aprecia bien, pero el resultado es muy satisfactorio. La tela queda como antes de pintarla suave y flexible y con un brillo precioso. Estoy deseando hacer un pañuelo, que ahí se apreciará mucho mejor... Gracias a la "reina maga" que me trajo las pinturas estas navidades...
 
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